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Después de las Lágrimas y las Risas

POR STEVE SHEPPARD, el 2 de diciembre de 2013

Durante un servicio festivo el domingo pasado veintenas de familiares y amigos compartieron las reminiscencias y recuerdos cariñosos de Harold Nielsen, algo que le hubiera incomodado a Harold. Nunca se sentía cómodo aceptando reconocimiento por algo que él había hecho, a menos que pensara que de algún modo podría promover más la ayuda o conocimiento para la gente que buscó servir. Sin embargo, se llenó la tarde con lágrimas y también con reflexiones felices del hombre que impactó tantos nichos de vida para tanta gente.

Después del servicio, al crecer las conversaciones con historias de Harold y Louise y sus aventuras, una pregunta surgía varias veces, que me sorprendió enormemente. En esencia la pregunta fue ¿cuáles cambios se pueden esperar en los meses venideros para FVP? Me sorprendió la pregunta, porque no la había anticipado. Y no la había anticipado porque preveo muy pocos cambios para la Fundación con la muerte de Harold. Déjenme explicar.

Primero, lo que Harold y Louise establecieron durante sus décadas de servicio en Nicaragua (y otros lugares) es tan fundamental y viable hoy en día como fue hace años. Las piedras angulares de iniciativas locales, sostenibilidad, acompañamiento, responsabilidad, y la educación transformacional siguen formando la base de la visión de desarrollo de FVP. Si bien las actividades operativas podrían cambiar y los puntos focales pudieran evolucionar, las filosofías básicas establecidas por Harold y Louise se quedan firmemente en su lugar.

Segundo, a pesar de sus capacidades disminuidas en los últimos años y meses, Harold seguía muy involucrado en las actividades y direcciones de financiamiento de la Fundación. Adoptó el paso hacia un modelo de desarrollo territorial. Reiteradamente expresaba su emoción sobre el uso mayor de nuestros consultores nicaragüenses para dar a nuestros esfuerzos una perspectiva y análisis nicaragüense, incluyendo la evaluación más profunda de las propuestas “desde el terreno.” Le encantó la idea de una iniciativa educativa como un impacto a largo plazo sobre las generaciones futuras; de hecho, autorizó la iniciativa en el nombre de Louise.

Tercero, Harold abiertamente expresaba su confianza en el personal, la gerencia, las estructuras de gobierno y la gente de FVP. La Junta Directiva se compone tanto de familiares como de sus asesores de confianza. El personal se compone de compañeros de muchos años. Si su propósito fue identificar una asamblea de personas bien vinculadas con la misión y visión de Vientos de Paz, Harold lo logró. El objetivo compartido seguirá siendo administrar la fundación de acuerdo con la manera que Harold y Louise la concibieron y la nutrieron.

En el futuro puede haber varios factores que eventualmente cambien la forma y las operaciones de la Fundación. Con el tiempo, un cambio de recursos, conmociones políticas, tanto acá como en el extranjero, o nuevas personas sirviendo la institución, todos dejarían su impacto de alguna forma. Pero una prioridad duradera para Vientos de Paz será la retención de la visión que Harold y Louise trajeron a la misma al principio: contribuir a la paz mundial por promover la justicia económica, social y ambiental, y fomentar la educación transformacional y personal que necesita llevar a cada uno de nosotros a la lucha.

La vida sin Harold y Louise nunca será la misma, pero los sueños de Vientos de Paz nunca cambiarán…

Una Despedida Final

Servicio Conmemorativo

Harold R Nielsen

 

First Lutheran Church

309 Forest Street

Kenyon, MN

November 24, 2013

2:00 pm

 

Harold Ralph Nielsen, 97, de Kenyon, Minnesota, falleció en un espíritu de paz y admiración el 11 de noviembre de 2013. Su querida esposa y socia, Louise, le precedió en la muerte, y es sobrevivido por su hija, Rosalind Bonsett de Beverly Hills, FL, hijo Scott Nielsen de Bordentown, NJ, hijo Stephen Nielsen de Wanamingo, MN, seis nietos y catorce bisnietos. Su familia y casi todos los que lo conocieron lloran la muerte de este hombre gentil, exitoso y cariñoso.

Harold nació el 17 de agosto de 1916 en Waterloo, IA, el hijo de Lauritz y Dorothea Marie Nielsen. Pasó sus primeros años con su familia en Askov y St. Paul, Minnesota, donde recibió su educación secundaria y un año de estudios en la Universidad de Minnesota. Sirvió cuarenta meses en la Marina Mercante en la Segunda Guerra Mundial antes de regresar a St. Paul para empezar una carrera larga como carpintero, emprendedor y empresario.

Harold y Louise se casaron el 27 de octubre de 1950. Se mudaron a Mendota, Minnesota en 1955, y empezaron juntos a hacer crecer la empresa de carpintería de Harold, que resultó en su mudanza eventual a Kenyon en 1970. Nielsen Millwork & Manufacturing a la orilla del Río Mississippi eventualmente creció y se convirtió en Foldcraft Co, con plantas en Kenyon y Burnsville MN, Kent WA, Corona, CA y ubicaciones al servicio de clientes alrededor del mundo.

Con la venta de su empresa a sus empleados, Harold y Louise se dedicaron a actividades de caridad, primordialmente enfocadas fuera de los EEUU. Juntos crearon la Fundación Vientos de Paz para ayudar a los pobres en Nicaragua, Miracle Ranch Children´s Home en México, y Third World Friends Thrift Store (ahora All Seasons Community Services) en Kenyon y Faribault, MN, donde se vende ropa y útiles de la casa para responder a las necesidades tanto internacionales como locales.

Con sus iniciativas empresariales Harold recibió mucho reconocimiento durante su carrera, pero la iniciativa más importante y duradera fue la creación de la Fundación Vientos de Paz, donde Harold y Louise trabajaron juntos para responder a problemas de la pobreza e injusticia, sobre todo en Nicaragua. Desde el inicio de la fundación en 1978, Harold y Louise dedicaron su tiempo, energía y recursos financieros para ayudar a nicaragüenses empobrecidos establecer iniciativas socioeconómicas sostenibles, al hacer trabajo de concientización dentro de los EEUU sobre la situación de Nicaragua. Juntos viajaron muchas veces al campo nicaragüense para visitar las contrapartes de la fundación y para acompañarlos en sus luchas.

Toda su vida Harold fue tanto estudiante como profesor. Tenía curiosidad sobre todo y todos, y por eso tuvo la capacidad de juntar a personas y conceptos en iniciativas nuevas. Tal curiosidad también le alimentó su transformación en vida de un capitalista comprometido a un filántropo beligerante y una voz por los pobres.

Se va a echar de menos profundamente a Harold, aún por personas que ni lo conocieron. Su impacto sobre los que tuvimos el privilegio de conocerlo y trabajar con él será eterno.  Nuestro mundo se debilita con su muerte, pero fue profundamente enriquecido por su vida.

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En vez de flores, se puede hacer donaciones a “All Seasons Food Shelf”, designando que los fondos sean utilizados para apoyar el programa de K-W Elementary Food Backpack program (mochila de comida).

Harold Nielsen, Servidor Generoso

Hoy perdimos a nuestro fundador y fuerza.

Harold Nielsen en los últimos meses luchaba con un déficit respiratorio crónico, y esta mañana falleció, liberándose así del control implacable de su padecimiento. Tenía 97 años. Ahora el mundo ha perdido una de sus personas más notables.

El nombre de Harold Nielsen no será reconocido por la mayoría de la gente. Así es que él quería que fuera su vida y su trabajo: anónimo y sin fanfarria. Quería que su trabajo hablara por sí mismo en términos de lo que él creía y las perspectivas humanitarias que llegaron a definir su vida. Pero el carácter, la manera y la conducta de Harold dieron la definición al concepto de liderazgo de servicio mucho antes de que ese concepto entrara en el léxico moderno; su trabajo y perspectivas literalmente cambiaron las vidas de los que lo conocían, y las vidas de muchas personas que no lo conocieron.

Harold tuvo la capacidad de ver y sentir lo que muchos de nosotros no podemos. Verdaderamente le dolía la situación del pueblo de Nicaragua y la de otros pueblos empobrecidos del mundo, indignado ante las circunstancias que resultaron en tales condiciones, y lleno de una empatía desesperada para ayudar de cualquier manera posible. Lágrimas silenciosas frecuentemente comunicaron la profundidad de esa compasión intensa. Sin embargo llevó un ojo analítico a cada oportunidad, siempre buscando el beneficio máximo posible, examinando cada propuesta con la perspectiva de un emprendedor, a veces aumentando los montos solicitados cuando él podía anticipar la necesidad y la oportunidad más claramente que el solicitante. Demostró el valor de asumir riesgo por tales desfavorecidos, y gastó sus recursos personales para lograrlo. Harold les dio la mano a miles de nicaragüenses por medio de la fundación Vientos de Paz. Nunca fue suficiente, pero sabía que sembrar las semillas era solamente el comienzo de cualquier cosecha.

El legado de Harold se sentirá más allá en el futuro, en los lugares remotos de Nicaragua rural, las comunidades indígenas, los lugares olvidados donde las mujeres buscan tener una voz sobre sus vidas, y dondequiera que las escuelas trabajen para educar a los jóvenes. Estos fueron los sectores que Harold y Louise llegaron a considerar como los menos atendidos. Y el servicio fue la fortaleza de Harold en todo lo que hacía. Será recordado como una de las personas menos egoístas que la mayoría de nosotros conoceremos.

Harold fue un estudiante y profesor durante toda su vida. Tenía curiosidad sobre todo y todos, y por eso tenía la capacidad de juntar a personas y conceptos en nuevas iniciativas. Tal deseo de saber también alimentó su transformación en vida de un capitalista comprometido a un filántropo fogoso y voz para los pobres; llegó a entender la dinámica de causa y efecto entre la prosperidad norteamericana y la pobreza del mundo en desarrollo. Su esperanza ferviente para aquellos de nosotros asociados con él fue que tuviéramos tal despertar más temprano en nuestras vidas que él tuvo. Como tal, Harold fue un visionario y un mentor muy diferente de lo que la mayoría de nosotros hemos conocido, haciendo las preguntas difíciles, demostrando un amor sin tregua por los desfavorecidos, sin mucho ruido cuestionando la perspectiva convencional, y siempre con un aire de humildad genuina que permitía a sus colegas mantener su propio sentido de valor, aun cuando no estuvieran de acuerdo con él.

La verdadera lectura de Harold Nielsen va más allá de cualquier capacidad de captar en este foro. Mejor hablar con la gente cuyas vidas él tocó: los refugiados vietnamitas a quienes Harold y Louise alojaron en su casa y apoyaron hasta que terminaron sus estudios universitarios; las veintenas de personas ordinarias que tuvieron la oportunidad de viajar a un país en desarrollo para experimentar una realidad diferente de la de los EEUU; Nicaragüenses que recibieron apoyo para cultivar un rubro o atender una escuela o descubrir sus propias oportunidades e influencia; los empleados-dueños de Foldcraft Co. que tuvieron la oportunidad de ser propietarios y propietarias del lugar donde laboraron; niñas y niños mejicanos que encontraron refugio y esperanza en Miracle Ranch Children’s Home en Las Palmas, México; o aún los y las clientes, beneficiarios y beneficiarias de la comida y artículos de segunda mano de las tiendas All Seasons Community Services .  Pero prepárense, porque es muy probable que esta gente ni reconocerán el nombre de Harold Nielsen, sino solamente los resultados de su benignidad.

Al enterarse del fallecimiento de Harold, René Mendoza, nuestro colega en Nicaragua, envió el recuerdo siguiente que parece relevante a nuestra perdida: “Recuerdo hace unos años, cuando un amigo nuestro murió en el mar salvando a dos amigos, el padre Gorostiaga celebrando una misa dijo: “no vamos a rezar por nuestro amigo, porque él fue un santo, alguien tan generoso hasta en sus últimos momentos; vamos a rezar por los que quedamos”. ..Desde Nicaragua, a nombre de tantas familias indígenas y cooperativistas, y de niños y niñas beneficiados con la generosidad de Harold, les mandamos un gran abrazo.”

De veras somos más pobres con el fallecimiento de Harold, pero mucho más ricos por su vida…

Un Reconocimiento inusual

Por Steve Sheppard, el 22 de marzo de 2013

El trabajo de sobrevivencia entre las pequeñas cooperativas rurales en Nicaragua no es fácil. Cualquier éxito más allá de la subsistencia exige  una mezcla inusual de recursos, asistencia técnica, un clima favorable, suficiente mano de obra, y el conocimiento de la tierra, la agricultura, el fortalecimiento institucional, mercadeo, logística, reinversión, planificación estratégica y desarrollo comunitario. En resumen, un productor tiene que cultivar no solamente un rubro, sino su propia capacidad de ver las cosas de una manera integral. Dentro del país considerado el segundo más pobre del Hemisferio Occidental, este reto es aún más abrumador, y el reconocimiento por cualquier éxito que se pueda encontrar en el camino es tan infrecuente como inexistente.

Entonces cuando una de estas cooperativas de base recibe la atención de la primera página en la sección de negocios de uno de los principales periódicos del país, es una noticia grande para la gente que labora tan anónimamente por lo poco de reciben. Esto es precisamente lo que pasó con la gente de la Cooperativa José Alfredo Zeledón (JAZ) de San Juan del Río Coco, una zona del centro norte de Nicaragua. Por muchos años JAZ ha sido un socio de Vientos de Paz, y constantemente ha demostrado su compromiso con una visión integral de la cooperativa y sus impactos. Y mientras hemos tenido nuestros propios sentimientos buenos de la organización por muchos años, es agradable escuchar a otras personas reconocer el desarrollo positivo de este grupo muy de la base.

Esto es lo que el artículo dijo, junto con algunas fotos tomadas de nuestras propias visitas al territorio de JAZ:

 

                                         Cooperativismo eficiente

Los 170 socios cafetaleros de la cooperativa José Alfredo Zeledón, de San Juan de Río Coco, son reconocidos por su capacidad de organización, gestión y productividad

William Aragón Rodríguez

Los surcos de los palos con ramas cundidas de centenares de frutos rojos o verdes y que en su interior guardan los codiciados granos de café en las fincas montañosas cubiertas de neblinas son, en cada año de cosecha, un orgullo para los pequeños socios de la cooperativa cafetalera José Alfredo Zeledón, del municipio de San Juan de Río Coco, zona ubicada al este del departamento de Madriz.

Esto porque la productividad de sus plantíos representa una alternativa de ingresos económicos en sus hogares y de oportunidad de trabajo en los cortes de café para el resto de sus familias y foráneos.

 

Esta cooperativa multifuncional, que para organismos de créditos financieros es un ejemplo de organización que les ha permitido a sus socios el acceso a préstamos económicos, se fundó en 1995 con apenas 35 miembros que lograban producir unos 300 sacos de café. Ahora son 170 pequeños cafetaleros que producen más de 10,000 quintales del grano rojo de buena calidad.

Los socios diseminados en la mayoría de las comunidades que integran el municipio de San Juan de Río Coco, zona considerada la más cafetalera de la región de Las Segovias, cuentan con un fondo económico propio disponible para ser utilizado en el apoyo a los planes de desarrollo de las fincas de cada uno de los productores.

Así lo señala el ingeniero Raúl González, quien trabaja con la cooperativa y que asegura que la asesoría técnica en el campo ha contribuido con el mantenimiento y cuido continuo de los cafetales, la renovación y plantación de nuevos surcos que ha ayudado a los socios a producir y comercializar café de excelente calidad.

AFECTADOS POR LA ROYA, PERO DIERON RESPUESTA

Edmundo López Muñoz, fundador y dirigente de la cooperativa José Alfredo Zeledón, dio a conocer que este ciclo productivo 2012-2013, que fue afectado por las plagas de la roya y antracnosis, permitió que salieran apenas 3,000 quintales de la producción que históricamente había sido de 15,000.

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“La roya y la antracnosis acabaron con unas 550 manzanas de café de las 1,080 cultivadas y las pérdidas superan el 80 por ciento de la producción”, apuntó López Muñoz.

Esto obligó a los socios a buscar alternativas de solución al problema, muchos convencidos de que el Gobierno no ha mostrado interés en ayudar, por lo que se asistieron de expertos en caficultura, principalmente en el tema de la roya y la antracnosis.

“Utilizamos el producto Mo-enzima foliar, que ayuda a resolver la baja asimilación del nitrógeno en la planta y así el café se adapta mejor al estrés hídrico, a altas temperaturas y elevada radiación solar que lo genera el cambio climático”, dijo López, mostrando los resultados de la finca del socio José Pillo Montalván Olivas, de la zona de Matapalo, en San Juan de Río Coco, quien se recupera de la roya.

IMG_31994-150×112.jpg Muchos socios afectados tendrán que renovar plantíos enteros de café o recepar, pero están claros que van a esperar unos cuatro años para ver las primeras cosechas. Mientras, tendrán que sembrar otros productos.

DIVERSIFICADOS

Lo que más destaca de la cooperativa cafetalera José Alfredo Zeledón es la capacidad organizativa de sus socios y de gestión que tienen sus directivos, los que impulsan algunos proyectos como la fabricación de cocinas metálicas a base de cascarilla de café que reduce el consumo de leña, disminuye el daño ambiental y el despale en esta zona.

También producen miel de abeja, siembran una variedad de productos alimenticios y crían una diversidad de animales caseros para su reproducción y comercialización como aves de corral, cerdos, cabras y peces cultivados en represas construidas para la cosecha de agua.

Como otro logro, los mismos asociados cuentan con una miscelánea de productos alimenticios para beneficio de las familias de sus hogares, y reciben créditos, continuas capacitaciones y asesoría técnica para mejorar sus fincas cafetaleras.

Recursos propios

IMG_31894-150×112.jpg Edmundo López, directivo de la cooperativa José Alfredo Zeledón, manifestó que los socios cuentan con un fondo disponible para la mejora de sus fincas cafetaleras.

“Ahora estamos probando un producto que fortifica los cafetales menos afectados y trabajando en la renovación de los plantíos de café más afectados”, indicó.

Lo más importantes es que ahora comercializan directamente sus productos sin intermediarios y capacitan a los hijos de los socios.

Datos de la cooperativa

IMG_31903-150×112.jpg 242 kilómetros de distancia de Managua se ubica la cooperativa cafetalera José Alfredo Zeledón de San Juan de Río Coco.

186,000 quintales de café es lo que produce cada año el municipio de San Juan de Río Coco, en Madriz.

1,080 manzanas de café poseen los 170 socios de la cooperativa que genera unos 15 mil sacos.

7 millones de córdobas es el fondo propio que en la actualidad disponen.

Este artículo puede parecer somero y demasiado práctico por un escrito de reconocimiento. Pero no se equivoquen, el hecho de que la ubicación sea en la primera página enfatiza una importancia, un logro para ser imitado, y el mensaje es claro: HAY modelos en el campo que están funcionando. JAZ aparece como uno mientras logren mantener su enfoque integral y su voluntad de lograr un equilibrio entre sus deseos de corto plazo y sus necesidades de largo plazo. Estamos orgullosos de ellos, de trabajar con ellos, y que otra gente venga a reconocer su trabajo y su ética…

Una apuesta segura

por STEVE SHEPPARD el 13 de enero de 2013

Consideré varios temas acerca de los cuales escribir esta semana en este lugar; hay probablemente decenas de historias de contar o iniciativas de explorar. Mis intenciones en compartir las historias y perspectivas aquí han sido de concientizar sobre las circunstancias en un lugar muy diferente de los EEUU, de contar historias que pueden tocar las sensibilidades de los lectores sobre como nos relacionamos uno al otro, y para motivar reflexiones sobre como cada uno de nosotros ocupa un papel en tal drama. Generalmente no tengo dificultad en escoger un tema, más allá de cubrir una gama muy amplia de posibles perspicacias y perspectivas. Esta semana, sin embargo, es diferente. Decidí darme el gusto de promover, pues, la fundación Vientos de Paz.

Frecuentemente me preguntan sobre de qué se trata la fundación, qué es lo que trata de lograr en su trabajo en Nicaragua, y cómo esperamos que esta pequeña organización pueda dejar su huella en un mundo con tanta necesidad. Por supuesto, mi respuesta no puede ser más que describir la búsqueda de contrapartes, el otorgamiento de donaciones, de micro-préstamos, y las actividades de mejora educativa, que son el enfoque de nuestros esfuerzos. Estoy seguro que mis respuestas sucintas a tales preguntas pueden sugerir una agenda de poco relevancia, dada la magnitud de necesidades en un lugar como Nicaragua. El trabajo que hacemos puede parecer demasiado limitado en su alcance geográfico, mientras, a la vez, demasiado amplio en su intento de crear cualquier tipo de transformación. Y esos sentimientos pueden ser justificados desde un punto de vista: somos una entidad pequeña. Pero además de darnos cuenta que las necesidades siempre superan las soluciones, también sabemos que los grandes árboles crecen de semillas chiquitas.

Por lo tanto, con un sentido de intento firme, Vientos de Paz patrocinará el 24vo Foro del Premio Nobel de la Paz que se dará en Minneapolis, Minnesota del 8-10 de marzo de 2013.  El evento presentará conferencistas y actividades diseñadas para promover el pensamiento y el activismo por la construcción de la paz en todo el mundo. Presentará a anteriores Laureados del Premio Nobel de la Paz, activistas quienes están innovando en los campos de la vida social, política y económica, escritores quienes se han comprometido con la causa de la construcción de la paz, y personas de la vida común quienes sencillamente anhelan con un mundo más justo y pacífico, pero no saben donde hallarlo. Vientos de Paz co-patrocinará el evento de tres días por la sexta vez en la historia de 24 años del Foro, convirtiendo a la Fundación en uno de los patrocinadores más constantes de la historia del Foro.

 

 

La reunión de los ciudadanos interesados en la paz no es un asunto enorme: el año pasado atrajo a 4,500 personas a una variedad amplia de sesiones. No atraerá la atención de las fuentes principales de los medios, ni atraerá las principales figuras políticas de este país, y a lo mejor ni va a poder jactarse de la presencia de los gerentes generales de las corporaciones principales. Pero lo que sí representa es “un grupo de ciudadanos considerados, comprometidos,” precisamente lo que la antropóloga Margaret Meade tuvo en mente cuando habló del único poder que ha podido cambiar el mundo jamás.

La Paz. De eso es lo que trata Vientos de Paz. Está en nuestro nombre y nuestros genes. Trabajar directamente con los empobrecidos y los marginados de Nicaragua es el principal local de la fundación para tal pretencioso resultado; nos ha hecho decidido en luchar contra las probabilidades lejanas del éxito. Pero de una forma parecida, apoyar los esfuerzos de una pequeña comunidad del Foro del Premio Nobel por la Paz-enfocado sobre los componentes y las dinámicas de un mundo más justo, compasivo y pacífico – no ha sido una inversión mala. De hecho, nos gustan las probabilidades…

El Huerto Revivido

Por STEVE SHEPPARD, el 7 de diciembre de 2012

 

En palabras escritas aquí el 28 de octubre (Comunidad), conté la historia de nuestra visita a la comunidad de Santa María de Wasaka, y como esta área remota había sido devastada por una inundación repentina, pero había restablecido su compromiso de rejuntarse y crecer con vigor con nuevas metodologías de hacer huertos. La experiencia de conocer personas enfrentando circunstancias difíciles generalmente es bastante conmovedora, y frecuentemente hay poco o ninguna oportunidad de visitarlos después para ver como les salió. Afortunadamente, no fue el caso con la gente de Wasaka.

La imagen mental más reciente de esa visita fue una caminata de regreso a nuestra camioneta, que se había estacionado un poco lejos debido a la falta de un puente, por las mismas lluvias que habían traído los torrentes de agua que pasaron por muchas de las áreas sembradas de la comunidad, y aun tomaron la vida de un niño. La oscuridad nos había caído durante la caminata, la lluvia había empezado de nuevo y, honestamente, me sentí mal por la gente que justamente había conocido. El trabajo de restauración que enfrentaban – tanto de los huertos como de sus ánimos – parecía formidable. Mi esperanza más fuerte tuvo su origen en el trabajo que los técnicos de NITLAPAN hacían con la comunidad por medio de una donación de Vientos de Paz. Me acuerdo de pensar que la evaluación final de este esfuerzo sería algo que leería con mucho interés, con las esperanza de que los resultados pudieran terminar siendo mejores que lo que actualmente podía imaginar.

Pues al final del mes pasado recibí un correo electrónico que incluía dos fotos tomadas por uno de los técnicos trabajando con el proyecto. Sabiendo los grandes retos que la comunidad de Wasaka enfrentaba en el momento de nuestra visita, el técnico debe haber gozado mucho de enviarme las fotos, que retrataron una perspectiva muy diferente de lo que podíamos comunicar en octubre.  Comparto aquí esas fotos, en parte para dispersar cualquier pesimismo que se metió en ese blog de octubre:

No sé si la producción mostrada aquí es representativa de otros hortelanos. No se si la producción mostrada aquí es representativa de la producción de estos dos productores. Ni sé si la cosecha impresionante, pero modesta, mostrada aquí representa en absoluto los otros productores de la comunidad. Solamente puedo reportar que, al mirar la evidencia de estas fotos, se me salió una sonrisa grande. Hay un gozo indirecto al ver estos resultados tangibles de gente quienes justamente hace un mes se reanimaron uno y al otro después de la pérdida de muchos huertos comunales. La nota acompañando las fotos proporcionó más ánimo: “El técnico dice que hay unas fotos de una parte de la producción saliendo de los huertos de una parte de la gente de Santa María de Wasaka, y que pronto habrá más. Están mejorando sus dietas con este tipo de verduras.”

La asistencia técnica de una organización como NITLAPAN puede hacer una diferencia significativa en las vidas de sus clientes. El espíritu insaciable de perseverar, y nunca rendirse, es un poder incalculable.  Los dos elementos juntos son suficientes para encender la esperanza, aun si solamente para la producción de verduras de la tierra…

Que enredadera de red (tan bonita) que tejemos

Frecuentemente se repite el dicho en el mundo empresarial si no estás ocupado con  avanzar, estás condenado a quedarte atrás y morir. O sea, los cambios no solamente son buenos, sino esenciales para la salud y la vitalidad de cualquier organización. Creo que esto es cierto para toda  organización– no solamente las empresas – y la Fundación Vientos de Paz no es la excepción. Hemos estado adaptándonos a necesidades cambiantes “en el campo” y ahora esperamos crear una presencia cambiante aquí en nuestro sitio de web por el volumen y la composición de nuestros lectores. Quizás no se sorprenderán  que estamos ajustando el contenido y la apariéncia del sitio de nuevo; pensamos que es un signo de madurez y proyección.

Con respecto al contenido, el sitio web ofrecerá más opciones de acceso en español. Originalmente nuestro sitio empezó para lectores norteamericanos, pero gradualmente ha atraído a visitantes  nicaragüenses. Yo no escribo en español, pero ya hemos empezado el proceso de traducir los blogs semanales para el beneficio del creciente número de  lectores que hablan español. Al ofrecer una versión en español de estas reflexiones, esperamos invitar comentarios de nuestros lectores nicaragüenses para enriquecer nuestras perspectivas  y nuestro entendimiento de sus perspectivas. Entonces la variedad de opciones del menu de sitio estarán disponibles también en español, para facilitar la navegación de los lectores nicaragüenses y poder invitar ampliamente las visitas.

La expansión de las ofertas en español incluirá las investigaciones, estudios e informes que la FVP ha patrocinado como parte de su trabajo con las cooperativas y otras organizaciones en Nicaragua. Através de los años la FVP ha colaborado con los investigadores y académicos más destacados del país, y frecuentemente hemos observado que los trabajos producidos de estas personas podrían proporcionar valiosas perspectivas críticas a una amplia gama de nicaragüenses si estas fueran más accesibles. Ahora se montarán estos estudios en el sitio-sistemáticamente en español y frecuentemente en inglés como en español- para que puedan ser alcanzados por una audiencia más amplia.

Finalmente, además de los cambios de contenido y las oportunidades de diálogo con los visitantes al sitio, nuestra apariéncia también va a cambiar . Puede aparecer que este último cambio no tiene la misma importancia que los materiales que compartimos aquí, pero el diseño y el aspecto del sitio tiene una relación directa con cómo la gente se siente cuando visita el sitio. Si el sitio se puede hacer más amigable y atractivo, se aumenta la posibilidad de  visitas de  la gente, y esto también es nuestro objetivo. En el mundo empresarial esto se llama “cliente céntrico”.

Al desplegarse los cambios en los días venideros, favor animarse a darnos sus comentarios. Si hay algo que les gustaría ver más, háganoslo saber. Si hay elementos del “viejo sitio” que prefieren, favor comunicarlo . O, si por casualidad pasó por este sitio de pura casualidad o por curiosidad y sin muchas expectativas, usted es bienvenida/o.

Cambiar un sitio de web, o los tipos de iniciativas que apoyan a una misión global, es necesario y es una señal de una organización dinámica. El elemento que no hemos cambiado es la búsqueda de la justicia económica, social y ambiental con el pueblo de Nicaragua, y crear conciencia de estos derechos entre nosotros quienes deberíamos  conocerlos…

Dar crédito a quien se lo merece

Desde que la Fundación Vientos de Paz empezó su programa de crédito en Nicaragua en 1994, ha luchado para mantener un balance entre proporcionar recursos a las organizaciones que más los necesitan, y su afán por mantener una alta tasa de recuperación. Es un balance difícil, porque frecuentemente las organizaciones con la mayor necesidad, tienen menos experiencia ,y enfrentan los obstáculos más grandes. Aunque a través de los años hemos sido bendecido con un historial de recuperaciones de nuestros socios muy favorable, también nos hemos lamentado  el hecho de que no parecía haber una manera efectiva de investigar la historia crediticia de un grupo, ya sea buena o  mala. A veces logramos hablar con otra fuente de financiamiento, cuando nos damos cuenta que han apoyado a esa organización en el pasado, pero tales oportunidades no han sido tan comunes, y frecuentemente la información obtenida no nos ha dado muchas luces sobre su desempeño crediticio en el futuro. El resultado ha afectado negativamente, tanto a las fuentes de financiamiento, las cuales han tenido que asumir más riesgo basado en sus propios diagnósticos de la organización, como a las organizaciones  que solicitan préstamos, las cuales tienen que generar sus solicitudes bajo una nube de sospecha. Tal vez esa situación está cambiando.

La FVP acaba de hacerse socia de SinRiesgos, un central de riesgo crediticio que sirve al país entero de Nicaragua. Aunque esta organización nació en 2004, logró su certficación en 2006, y solamente después del surgimiento del Movimiento de los No Pagos se hizo un servicio activo y muy buscado. No hay nada como un período de muchos préstamos morosos para captar la atención de los prestadores. Como resultado, la base de datos se ha expandido con nuevas entradas, y los usuarios del servicio se han incrementado. Han pasado de tener a unas pocas entidades grandes de crédito, ahora a incluir cooperativas de base que buscan evaluar nuevos posibles socios. SinRiesgos  actualmente atiende más de 230 instituciones, incluyendo bancos formales, microfinancieras y cooperativas.

La presencia y el crecimiento de una organización como SinRiesgos puede parecer un acontecimiento ordinario. Este tipo de centrales de riesgo crediticio son comúnes en los EEUU y en las economías europeas. Pero su presencia en Nicaragua es un paso importante para este país, por lo menos en dos sentidos. Representa un avance significativo en cuanto a ser una herramienta operativa de la industria de crédito. Por muchos años las entidades de crédito en Nicaragua enfrentaban limitaciones al valorar solicitudes de crédito a ciegas . Dependían de de  referencias  de boca en boca, solicitudes escritas que tenían historiales de crédito no tan apegados con la realidad, y a veces entrevistas personales que podían ser bastante subjetivas. El resultado ha sido que muchas instituciones de crédito que antes funcionaban por toda Nicaragua, ahora han disminuido su presencia, o han abandonado al país completamente. Pero hay un segundo beneficio que conlleva un potencial aún más grande, la creación de una herramienta de responsabilidad para el uso de las prestatarias y los prestatarios.

La responsabilidad se encuentra frecuentemente en el carácter personal del líder, de las personas que representan sus cooperativas o asociaciones. Su palabra es su compromiso, y se puede confiar en su palabra con confianza. Pero tal fiabilidad no es universal, y de todos modos generalmente es difícil valorarla de antemano. Para personas que aspiran a un préstamo, el reto es no sólo convencer a un prestamista de la importancia del capital prestado, sino su fiabilidad como receptor. Con la central de riesgos, ya tienen una herramienta para demostrar su fiabilidad, algo con el cual se puede medir el desempeño de su palabra. Y eso sí es un recurso para los pobres y las personas con menos conecciones que vale muchísimo. Ahora tienen una credibilidad que puede ser medible.

El surgimiento de la central de riesgos trae consigo otro beneficio. Tiene que ver con la formación de una actitud. Cuando la mayor parte de la gente se plantea  un objetivo, hay un deseo intrínsico de lograrlo; puede ser que se deba a un sentido de orgullo, satisfacción o respeto por uno mismo. Pero también hay un impulso externo para cumplir el objetivo planteado. Este proviene de saber que la gente a nuestro alrededor está prestando atención. Para la mayoría de nosotros, eso es un incentivo poderoso para “cumplir”. Si el resultado de no pagar un préstamo sin garantía es simplemente que la persona se va a otro prestamista, ésto no ayuda a nadie. El prestamista original ha perdido el dinero, el prestatario ha fallado en su pago, y asi termina la historia. Una consecuencia tan mínima realmente hace daño al prestatario cuando el no pagar no importa, no tiene ningún impacto. Consequentemente, la lección aprendida es que cuando el no pagar no duele nada,  no se toma en serio. Pero si el resultado tiene un efecto, un costo, un impacto – en el mercado, en la comunidad y en la mente de uno – entonces sí es possible una transición.  El resultado fundamental  no sólo es que el no pagar sea doloroso. Más bien, la lección principal es que el cumplir construye confianza, respeto por uno mismo, y una base desde la cual se puede soñar. Y eso es el aporte que hace SinRiesgos a sus participantes.

Nunca pensé sobre tales impactos en estos 30 años en que nuestra empresa ha trabajado con servicios de crédito en los EEUU; es una muestra de la miopía de nuestras perspectivas. Pero el pueblo de Nicaragua, y yo, todavía estamos aprendiendo…