Cosas Inútiles

por STEVE SHEPPARD, el 10 de Noviembre de 2012

Un componente de mi  reciente viaje a Nicaragua fue la participación en un taller de cooperativas, el más reciente de una serie de talleres enfocado en las cooperativas rurales de la zona cafetalera del norte. La Fundación Vientos de Paz ha venido patrocinando estos talleres en los últimos dos años que ha permitido a las cooperativas de base reunirse y discutir temas con las cooperativas del segundo piso; compradores; fuentes de financiamiento; organizaciones de asistencia técnica y otras organizaciones más. Estos talleres han resultado ser oportunidades únicas para que estos grupos se junten por varios días, discutan temas sobre la producción y comercialización, se enteren de las preocupaciones de cada una, y se espera que creen alianzas entre ellas mismas que fortalecerán a todas. Estas sesiones gozan de mucha popularidad entre las y los participantes; constantemente otras cooperativas, no invitadas, han preguntado sobre las posibilidades de su propia participación. El tiempo nos dirá si el trabajo de fortalecimiento organizacional  que están haciendo va a crear un desarrollo significativo, pero los indicadores hasta el momento son positivos.

 

Entre las sesiones con Freddy

Durante este taller más reciente, escuchamos presentaciones sobre las innovaciones, y principalmente de los y las jóvenes de la región. Le tocó a cada una de las nueve personas, pararse frente a los otros sesenta participantes, y describir cuidadosamente el plan de negocio de una iniciativa económica de su propia creación. Se expresaron los planes con detalles, entusiasmo y expectativas realistas. Abarcaron desde un programa de reciclaje de botellas plásticas hasta la crianza de abejas. Las presentaciones en PowerPoint dieron vida a las ideas mientras cada innovadora e innovador tocaron puntos como las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de sus planes. Cada una había reflexionado sobre los mitos y malentendidos que podrían haber impedido a otras personas en el pasado. Y los planes examinaron la iniciativa desde un rango completo de perspectivas, incluyendo las dimensiones intelectuales, sociales, emocionales, espirituales, laborales y físicas. Me impresionaron; honestamente he leído planes de negocios en los EEUU que no fueron ni cercanamente tan bien formulados e integrales como esos. Sobre todo para mí se destacó la confianza demostrada por cada emprendedor y emprendedora al explicitar su plan de ataque.

Abraham Cruz

Una idea me llamó fuertemente la atención. Abrahám Cruz es un hombre joven, impresionante, de familia quien se crió dentro de las tierras de la cooperativa GARBO cooperative, en la sombra de la presencia colosal de Peñas Blancas.  Su vida y cosmovisión dentro de ese ambiente de belleza natural obviamente ha moldeado su pensamiento, al presentarnos una idea única en mi experiencia: esbozó el desarrollo de un “colibrario,” una reserva o santuario para los colibríes.

Dentro de los límites de su propio patio, Abrahám decidió tomar acciones sobre su interés en estas criaturas diminutas. Empezó aprendiendo más sobre su hábitat, los tipos de plantas que atraen a las varias especies – hay cinco dentro de Nicaragua – y comenzó un régimen de plantarlas y cultivarlas alrededor su patio. De hecho, pasó una buena parte de cada día desarrollando este ambiente, a veces objeto de la burla y aun expresiones del descontento de otras personas. “¿Por qué pasas todo el día sembrando flores?”, le preguntó la gente. “¿A quién le importan estos colibríes? Es trabajo de haragán. Tenés interés en cosas inútiles.” El pensamiento convencional consideró este compromiso de Abrahám a la pajarera una pérdida de tiempo. Afortunadamente, Abrahám se sensibilizó mucho más a su voz interior que al ruido alrededor. Se empeñó en cultivar su patio para atraer y cuidar a los pájaros diminutos. Y el esfuerzo tuvo éxito. Al darnos un recorrido por su patio densamente poblado, Abrahám nos señalaba una tras otra deslumbradoramente aérea volatín. Al disfrutar del muestrario, Abrahám habló sobre los planes del futuro que tiene en mente para atraer aún más pájaros, para invitar más de las especies nativas a la vista, para documentar su hábitos y conducta, y para introducir turistas a este mundo asombroso del vuelo tipo láser. Abrahám es nada menos que un ornitólogo hecho por su propio esfuerzo.

Ya-saben-que

Personalmente para mí los colibríes ocupan el espacio en ese nicho de la vida silvestre que exige una admiración y atención profunda. Como las pandas gigantes, los pingüinos y las marsopas, hay algo enormemente atractivo de los colibríes, una calidad que captura nuestra imaginación y cariño por ellos. Fijamos todo tipo de aparatos para atraer a estas criaturas cinéticas: conos con agua endulzada y comederos de flores brillantes y plantas de flores grandes. Tal vez es por su pequeño tamaño que reconocemos su vulnerabilidad, y sentimos deseos instintivos de alimentar y protegerlos. Como perritos recién nacidos, los colibríes son casi tan irresistibles. Y en esta visita, podía estar más cerca que nunca de estas criaturas. Tuve la oportunidad de sentir la experiencia de estar en comunión que Abrahám describió en su presentación anterior, un vínculo personal y de cerca con una parte de la naturaleza que en alguna forma nos satisface de forma inexplicable. Pero ese espacio es algo esencial para cada uno de nosotros, no importa si lo reconocemos o no, si el mundo como tal lo reconoce o no.

Al final del taller de dos días, al prepararse los y las jóvenes de las diferentes cooperativas a emprender la implementación de sus proyectos variados, me encontré dentro de mí el deseo que ojalá que tomaran el tiempo de visitar a Abrahám en su casa, y experimentaran el proyecto que ya estuvo desarrollándose allí. Sé que escucharon su historia sobre su sueño sobre los colibríes. Sé que entendieron ya demasiado claramente el dolor que viene de la burla de ideas nuevas que no juegan bien con el pensamiento convencional. En algún momento se me ocurrió ofrecerles la citación famosa de Albert Einstein, cuando dijo, “Los grandes espíritus siempre han encontrado la oposición violenta de mentes mediocres.” Pero al final solamente puedo esperar que compartan la misma resistencia que mostró Abrahám al mantenerse leal a su propia musa, y que ellos también sigan en su búsqueda de cosas inútiles…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *