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Contra corriente

Contra corriente

Los salmón son unos de los mejores profesores nuestros. Observamos los salmón jovenes viajando al mar, y los observamos regresando a casa. Observamos los muchos obstáculos que tienen que superar. Los observamos cumplir con el círculo de la vida, justamente como nosotros tenemos que hacer. Y si los salmón no están aquí, se rompe el círculo y todos nosotros sufrimos.

– Leroy Seth, El Tribu de Nez Perce

Para muchas criaturas de esta tierra es una verdad que el progreso y el éxito tienen que ser forjado de cara de muchas corrientes. Como los salmón del Pacífico noroeste, y los pueblos indígenas que dependían de ellos, sus historias definen la idea misma de luchar contra la marea. Y como sus primos lejanos norteamericanos, los y las nicaragüense rurales se han encontrado luchando contra corrientes suyacentes, tanto de dentro como de fuera del país, por generaciones. Como los salmón, los y las nicaragüenses experimentan el nadar río arriba como un modo de vida. Pero al contrario a los salmón, los y las nicaragüenses claramente ven las posibilidades de navegar de una forma diferente.

Entonces, cuando al final del año pasado se creó el plan de que la Fundación Vientos de Paz patrocinara un diplomado en cooperativismo en Nicaragua, avalamos la idea de buena gana. La idea de desarrollar un plan de estudio integral, de buenas prácticas para productores rurales, suscitó un entusiasmo inmediato porque – a lo mejor por la primera vez – se le ofrecía a una población campesina cooperativista un menú de temas digno de cualquier empresa progresista norteamericana. Además, este programa ocuparía una semana entera de la vida de los y las participantes, un bloque del tiempo que por su definición indicó un compromiso serio de aprender. Ese deseo, junto con la realidad logística de alojamiento del estilo-dormitorio, sugerió que los y las asistentes sentían la urgencia y la importancia de convertir una oferta como ésta en un evento trascendental.

No menos importante es que los constructores del programa son líderes comprobados por su conocimiento, tanto de los materiales, como de los y las participantes.

Rene Mendoza
Rene Mendoza

Dr. René Mendoza es un investigador, profesor y escritor con una larga historia en Nicaragua, co-fundador y ex-Director del Instituto de Investigación y Desarrollo NITLAPAN de la UCA (Universidad Centroamericana). En los últimos años ha visitado y escuchado montones de cooperativas rurales, al explorar su viabilidad y sostenabilidad, de cara al cambio económico nacional y mundial. Sigue presentando mucho de los resultados de su investigación en la forma de artículos subidos en este sitio web.

Edgar Fernandez (with Abemelet Rodriguez)
Edgar Fernandez (with Abemelet Rodriguez)

Edgar Fernández es un practicante del desarrollo rural con amplia experiencia, un colaborador frecuente con Mendoza, y también uno de los co-fundadores de Nitlapan-UCA. Un analista excepcional de las fortalezas y debilidades organizacionales, facilmente Fernández se vincula con, y inspira la confianza de, los y las productores nicaragüenses.

Ligia Guitierrez (At right)
Ligia Guitierrez (At right)

Ligia Gutiérrez es una sicóloga y una agitadora ayudando a las poblaciones rurales- sobre todo comunidades indígenas –a reconocer su patrimonio cultural y poderes de influencia y auto-determinación. De cara a la creciente disparidad económica, y la marginación de grandes sectores de la población, sus lecciones de integridad personal y auto-estima resuenan con los que temen perder la esperanza.

Pero la buena disposición de los y las participantes, y la pericia del facilitador, solamente son partes de una ecuación de aprendizaje exitoso. El otro ingrediente esencial es contenido que es, tanto digno de interés, como útil en su aplicación. Aquí la mágica de la inversión de una semana se hizo evidente desde las primeras versiones de su agenda.

Los módulos de las actividades de la semana se podrían haber copiado de un folleto de formación avanzada de liderazgo: Día 1 – Un contexto importante del estado actual de las cooperativas; Día 2 – innovaciones organizacionales (incluyendo la gerencia de libros abiertos y el proceso de mejoramiento “Lean”) de una empresa norteamericana donde los dueños son los mismos empleados; Día 3 – El género y la pérdida de relaciones y recursos; Día 4 – Los impactos del cambio climático, actuales y futuros; Día 5 – Espiritualidad en el trabajo; Día 6 – La salud personal y organizacional. (A lo mejor voy a decir más sobre cualquier o cada uno de esos temas en ensayos futuros, pero por ahora es suficiente reconocer el alcance del programa).

En medio de los IMG_2535diálogos del plenario, llenos de contenido, discusiones en pequeños grupos y la creación de planes de acciones, los días brindaron oportunidades importantes para relajarse del trabajo difícil de introspección y auto-análisis. Se cantaron canciones, había interpretaciones de baile y música por los y las participantes y visitantes, y una caminata impresionante a la alta cumbre de Peñas Blancas. Nos tiramos una pelota para presentarnos el uno al otro, tiramos bolitas de papel a los oradores y a una a la otra para mantenernos positivos de cara a los retos enormes, y

Uriselda Lopez (kept us laughing!!)
Uriselda Lopez (¡nos mantenïa en risas!)

nos reíamos sin fin a la capacidad extraña de una de las participantes de imitar exactamente el sonido de un infante llorando. De hecho, todos los aspectos intelectuales, sociales, emocionales, espirituales, laborales y físicos de nuestro bienestar personal y colectivo estaban en juego completamente durante la semana entera. Fue un evento educativo excepcional.

Al abarcar todos los componentes de la situación de las cooperativas nicaragüenses, este programa y sus presentadores lograron identificar y contextualizar la realidad y las perspectivas nicaragüenses de una manera única e importante. Tal vez por la primera vez los socios y las socias lograron contemplar sus organizaciones, su responsabilidades mutuas uno con el otro, los elementos económicos que de veras están fuera de su control, y los que están dentro de su influencia, la naturaleza de trabajo transparente y colaborativo, y la investigación que subraya todo esto. Las lecciones fueron difíciles. Las verdades fueron incómodas. Sin duda las corrientes provocaron que algunos pensaran en darse vuelta y nadar lejos. Pero la vista integral de sus vidas cooperativas, y un empuje intrínseco de superar obstáculos como “siempre lo hemos hecho así”, o “nunca vamos a poder entender”, permitieron que sucedieran transformaciones durante la semana.

El tiempo revelará cuales de los y las posibles innovadores tendrán éxito en luchar contra la corriente del estatus quo, y en cuales maneras. Tal vez como los salmón, hay voluntad innato y suficiente para completar el viaje que es la vocación de sus vidas, de satisfacer las necesidades más básicas de trabajo y sustento y dignidad. En un sentido muy real, sin esa posibilidad se rompe el círculo de sus vidas, y todos nosotros sufrimos….

The "Others"
“Los Otros y las Otras”

Un Reconocimiento inusual

Por Steve Sheppard, el 22 de marzo de 2013

El trabajo de sobrevivencia entre las pequeñas cooperativas rurales en Nicaragua no es fácil. Cualquier éxito más allá de la subsistencia exige  una mezcla inusual de recursos, asistencia técnica, un clima favorable, suficiente mano de obra, y el conocimiento de la tierra, la agricultura, el fortalecimiento institucional, mercadeo, logística, reinversión, planificación estratégica y desarrollo comunitario. En resumen, un productor tiene que cultivar no solamente un rubro, sino su propia capacidad de ver las cosas de una manera integral. Dentro del país considerado el segundo más pobre del Hemisferio Occidental, este reto es aún más abrumador, y el reconocimiento por cualquier éxito que se pueda encontrar en el camino es tan infrecuente como inexistente.

Entonces cuando una de estas cooperativas de base recibe la atención de la primera página en la sección de negocios de uno de los principales periódicos del país, es una noticia grande para la gente que labora tan anónimamente por lo poco de reciben. Esto es precisamente lo que pasó con la gente de la Cooperativa José Alfredo Zeledón (JAZ) de San Juan del Río Coco, una zona del centro norte de Nicaragua. Por muchos años JAZ ha sido un socio de Vientos de Paz, y constantemente ha demostrado su compromiso con una visión integral de la cooperativa y sus impactos. Y mientras hemos tenido nuestros propios sentimientos buenos de la organización por muchos años, es agradable escuchar a otras personas reconocer el desarrollo positivo de este grupo muy de la base.

Esto es lo que el artículo dijo, junto con algunas fotos tomadas de nuestras propias visitas al territorio de JAZ:

 

                                         Cooperativismo eficiente

Los 170 socios cafetaleros de la cooperativa José Alfredo Zeledón, de San Juan de Río Coco, son reconocidos por su capacidad de organización, gestión y productividad

William Aragón Rodríguez

Los surcos de los palos con ramas cundidas de centenares de frutos rojos o verdes y que en su interior guardan los codiciados granos de café en las fincas montañosas cubiertas de neblinas son, en cada año de cosecha, un orgullo para los pequeños socios de la cooperativa cafetalera José Alfredo Zeledón, del municipio de San Juan de Río Coco, zona ubicada al este del departamento de Madriz.

Esto porque la productividad de sus plantíos representa una alternativa de ingresos económicos en sus hogares y de oportunidad de trabajo en los cortes de café para el resto de sus familias y foráneos.

 

Esta cooperativa multifuncional, que para organismos de créditos financieros es un ejemplo de organización que les ha permitido a sus socios el acceso a préstamos económicos, se fundó en 1995 con apenas 35 miembros que lograban producir unos 300 sacos de café. Ahora son 170 pequeños cafetaleros que producen más de 10,000 quintales del grano rojo de buena calidad.

Los socios diseminados en la mayoría de las comunidades que integran el municipio de San Juan de Río Coco, zona considerada la más cafetalera de la región de Las Segovias, cuentan con un fondo económico propio disponible para ser utilizado en el apoyo a los planes de desarrollo de las fincas de cada uno de los productores.

Así lo señala el ingeniero Raúl González, quien trabaja con la cooperativa y que asegura que la asesoría técnica en el campo ha contribuido con el mantenimiento y cuido continuo de los cafetales, la renovación y plantación de nuevos surcos que ha ayudado a los socios a producir y comercializar café de excelente calidad.

AFECTADOS POR LA ROYA, PERO DIERON RESPUESTA

Edmundo López Muñoz, fundador y dirigente de la cooperativa José Alfredo Zeledón, dio a conocer que este ciclo productivo 2012-2013, que fue afectado por las plagas de la roya y antracnosis, permitió que salieran apenas 3,000 quintales de la producción que históricamente había sido de 15,000.

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“La roya y la antracnosis acabaron con unas 550 manzanas de café de las 1,080 cultivadas y las pérdidas superan el 80 por ciento de la producción”, apuntó López Muñoz.

Esto obligó a los socios a buscar alternativas de solución al problema, muchos convencidos de que el Gobierno no ha mostrado interés en ayudar, por lo que se asistieron de expertos en caficultura, principalmente en el tema de la roya y la antracnosis.

“Utilizamos el producto Mo-enzima foliar, que ayuda a resolver la baja asimilación del nitrógeno en la planta y así el café se adapta mejor al estrés hídrico, a altas temperaturas y elevada radiación solar que lo genera el cambio climático”, dijo López, mostrando los resultados de la finca del socio José Pillo Montalván Olivas, de la zona de Matapalo, en San Juan de Río Coco, quien se recupera de la roya.

IMG_31994-150×112.jpg Muchos socios afectados tendrán que renovar plantíos enteros de café o recepar, pero están claros que van a esperar unos cuatro años para ver las primeras cosechas. Mientras, tendrán que sembrar otros productos.

DIVERSIFICADOS

Lo que más destaca de la cooperativa cafetalera José Alfredo Zeledón es la capacidad organizativa de sus socios y de gestión que tienen sus directivos, los que impulsan algunos proyectos como la fabricación de cocinas metálicas a base de cascarilla de café que reduce el consumo de leña, disminuye el daño ambiental y el despale en esta zona.

También producen miel de abeja, siembran una variedad de productos alimenticios y crían una diversidad de animales caseros para su reproducción y comercialización como aves de corral, cerdos, cabras y peces cultivados en represas construidas para la cosecha de agua.

Como otro logro, los mismos asociados cuentan con una miscelánea de productos alimenticios para beneficio de las familias de sus hogares, y reciben créditos, continuas capacitaciones y asesoría técnica para mejorar sus fincas cafetaleras.

Recursos propios

IMG_31894-150×112.jpg Edmundo López, directivo de la cooperativa José Alfredo Zeledón, manifestó que los socios cuentan con un fondo disponible para la mejora de sus fincas cafetaleras.

“Ahora estamos probando un producto que fortifica los cafetales menos afectados y trabajando en la renovación de los plantíos de café más afectados”, indicó.

Lo más importantes es que ahora comercializan directamente sus productos sin intermediarios y capacitan a los hijos de los socios.

Datos de la cooperativa

IMG_31903-150×112.jpg 242 kilómetros de distancia de Managua se ubica la cooperativa cafetalera José Alfredo Zeledón de San Juan de Río Coco.

186,000 quintales de café es lo que produce cada año el municipio de San Juan de Río Coco, en Madriz.

1,080 manzanas de café poseen los 170 socios de la cooperativa que genera unos 15 mil sacos.

7 millones de córdobas es el fondo propio que en la actualidad disponen.

Este artículo puede parecer somero y demasiado práctico por un escrito de reconocimiento. Pero no se equivoquen, el hecho de que la ubicación sea en la primera página enfatiza una importancia, un logro para ser imitado, y el mensaje es claro: HAY modelos en el campo que están funcionando. JAZ aparece como uno mientras logren mantener su enfoque integral y su voluntad de lograr un equilibrio entre sus deseos de corto plazo y sus necesidades de largo plazo. Estamos orgullosos de ellos, de trabajar con ellos, y que otra gente venga a reconocer su trabajo y su ética…

El Foro del Premio Nobel de la Paz

Por Steve Sheppard, el 15 de marzo de 2013

El fin de semana pasada asistí al Foro del Premio Nobel de la Paz. Fue la 25ta edición de la reunión de premiados de Nobel y una mezcla ecléctica de otras personas con intereses activos en la búsqueda de un mundo más justo y pacífico.  El Foro ya ha crecido para lograr la participación de unas 6,000 personas en su sitio en Minneapolis, además de a lo mejor miles más conectadas por la tecnologías de Internet que vincularon más de 20 países por todo el mundo.

El tema de la reunión de este año fue “El Poder de las Ideas: El Pueblo y La Paz”, y no hay duda que las ideas grandes representadas por los conferencistas de los plenarios, sobre todo, tuvieron un gran impacto por todo el mundo. Las y los participantes tuvieron la oportunidad de escuchar al laureado de 2006, Muhammad Yunus, el padre del microcrédito, el padre de la empresa social, el fundador del Banco Grameen y de más de 50 otras compañías en Bangladesh. La laureada de 2011 Tawakkol Karman recibió el Premio Nobel por su trabajo humanitario en favor de los derechos y la seguridad de las mujeres y los niños y las niñas de Yemen. Malcolm Potts es un obstetra y científico de la reproducción, educado en Cambridge, cuyo último libro es un vistazo interesante sobre el Sexo y La Guerra: Cómo La Biología Explica la Guerra y el Terrorismo y Ofrece el Camino a un Mundo más Seguro. El Dr. Paul Farmer es uno de los pensadores más destacados sobre la salud y los derechos humanos y las consecuencias de la inequidad social.  El Dr. Farmer ha escrito ampliamente sobre el derecho a la salud y lo sagrado de cada vida.  Pensadores poderosos, todos con ideas poderosas. La oportunidad de escuchar a estos activistas y “pioneros” siempre es inspirador, generalmente provoca reflexión, e incluso a veces transforma la vida de uno mismo.

Es fascinante escuchar las historias sobre como una sola acción decisiva de parte de personas, que parecen comunes y corrientes, puede generar tales movimientos transformadores. Debidamente el Foro sirvió, en parte, para celebrar la magnitud de las ideas; tal celebración es completamente merecida frente a la magnitud de los problemas que enfrentamos. Pero al estar sentado en el auditorio durante los tres días, y al absorber la inspiración de estos activistas narradores talentosos, me impresionó mucho algo mucho más pequeño que las grandes ideas atribuidas a ellos. Exactamente lo opuesto.

Si se considera la historia de Muhammad Yunus y el nacimiento del microcrédito, no es necesariamente un relato del Banco Grameen y los miles de millones de dólares que se han prestado a personas empobrecidas por todo el mundo. En lo más profundo es una historia de un profesor universitario que no podía reconciliar su conocimiento de la economía con su identificación con una mujer pobre, pidiendo en las calles de Bangladesh. En un momento de sentimiento, sea de un sentido de culpabilidad o de un sentido práctico, le prestó un monto pequeño, de ser pagado cuando pudiera, cuando se encontraran en la calle. Se encontraron. Ella le pagó. Y el resto, como se dice, se hizo historia.

Paul Farmer se ha convertido en una fuerza médica verdadera en el mundo, trabajando contra la costumbre y la burocracia por el bien de sus pacientes, quienes casi todos viven en los lugares más pobres del mundo. Pero empezó ejerciendo su profesión como médico en el país más pobre del Hemisferio Occidental – Haití – con la idea sencilla de ayudar a cada paciente que conociera. “La idea de que algunas vidas cuentan menos es la raíz de todo lo que es mal del mundo,” dice. Su historia es menos sobre las organizaciones y movimientos de salud que ha influenciado, y más sobre su compromiso con un paciente. Cada paciente.

Tawakkol Karman nunca pensó que iba a ser la laureada más joven de un Premio Nobel de la Paz. Básicamente ya no podía quedarse callada frente a la cultura opresiva, que negaba los derechos básicos a la mujer, incluyendo el derecho de expresar sus propias ideas libremente.  Con otras colegas, mujeres periodistas, simplemente decía “no” a la continuación de la censura del derecho de hablar, y “sí” a la promoción de todos los derechos humanos, “sobre todo la libertad de opinión y expresión, y los derechos democráticos.”

Los impactos han sido inmensos. Pero para cada uno de estos agentes de cambio el punto de partida fue una sola, pequeña acción. Cada uno buscó tener una influencia dentro de su propio nicho de la vida, para marcar la diferencia en la vida de un mendigo o paciente o colega. El contacto fue de cerca, y personal. Y dentro de esta mezcla de conexiones se creó algo único entre los actores, algo que tenía la capacidad de crecer más allá de sus dimensiones originales, y hacerse más universal en su naturaleza, una fuerza demasiado intensa para quedarse desconocida, un movimiento que capturó la imaginación del mundo entero. Ni Yunus ni Farmer ni Karman buscaron cambiar el mundo. Cada uno solamente intentó hacer lo que se podía, una prestataria, un paciente, un paso a la vez. De tales hechos nacen movimientos.

Una participante del Foro preguntó lo que ella posiblemente podía hacer frente a la inmensidad de los problemas del mundo, mencionando el hambre, las enfermedades, la pobreza y la opresión de todos los tipos. Pensé haber escuchado en su pregunta un sentido de  admiración sobre lo que los conferencistas del Foro habían compartido, y las iniciativas que se habían desarrollado bajo su activismo. Pero de veras su sentido de admiración podría haber estado dirigido a la simplicidad de como estos pioneros actuaron. Porque el poder de sus ideas viene de una verdad básica: no hay una causa más grande que el amor por el prójimo, no hay regalo más importante que el papel de atender a los que enfrentan una necesidad,  sea ayudar a un vecino, una organización, una comarca o un país. Cada uno de nosotros representamos una sola pieza en este gran rompecabezas de la vida. Es una pieza que necesitamos aportar…

El Poder y la Debilidad de Una Persona

por STEVE SHEPPARD, el 9 de marzo de 2013

Uno de los titulares de las noticias esta semana fue la muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Aunque se murió a una edad relativamente joven, parece que Chávez ha ocupado los titulares desde siempre, a veces por su declaraciones escandalosas, a veces por su personalidad imponente, a veces por su menosprecio de las políticas exteriores de los Estados Unidos, y frecuentemente por su desdén del capitalismo occidental. Demonizaba a los líderes occidentales, se hacía amigo de gobiernos parias, “delincuentes” alrededor del mundo, y consolidaba su poder sobre la política venezolana hasta que la controló casi con una mano. De hecho, había pocas agencias del gobierno venezolano que no sentían la presión del apretón de Chávez. Consiguió el apoyo y hasta el cariño de muchos venezolanos debido a su postura en favor de los pobres. Y después había todo ese petróleo debajo de las tierras venezolanas, que le dio la tarima para poder ser escuchado por todas partes, externas y domésticas.

 

Se ha utilizado la palabra “carismático” para describir a Chávez y su estilo bravucón. Raras veces cayó víctima de la diplomacia, cuando un bramido sencillo podía comunicar su posición, un rasgo que confundía a gobiernos hostiles pero que le ganaba la simpatía del pueblo de Venezuela; fue elegido a la presidencia cuatro veces. Durante esos años se identificaba más y más no solamente con la presidencia, sino con la nación misma, desdibujando la línea entre la nación y el nacionalista. Por lo menos el gobierno de Venezuela durante los años de Chávez fue “una banda de una sola persona”. Empuñaba su voz y su poder unilateralmente.

En Nicaragua Chávez se hizo un patrón externo, proporcionando al gobierno nicaragüense acceso a petróleo barato y en grandes cantidades. Los detalles de los pactos económicos entre Chávez y el Presidente nicaragüense Daniel Ortega se mantenían básicamente secretos, pero acuerdos pregonados por el líder nicaragüense como enormemente convenientes para la economía nicaragüense y su pueblo. Pero se realizaron, como mucho del legado de Chávez, hombre a hombre, sobre la base de uno a uno. Y dentro de esa postura de la construcción de una relación aparentemente franca, sencilla y efectiva está el problema: fue de un solo hombre. Los y las nicaragüenses pueden ahora con razón ir preguntándose, “¿Y ahora qué?”

 

Chávez ya se ha ido. Y por todo lo que se sabe, puede ser que sus intenciones, promesas, relaciones, conocimiento y estrategias ya se hayan ido también. Porque el hombre se convirtió en el país. Él fue todo el espectáculo. La participación amplia y la transparencia del gobierno que pudieran haber consolidado un movimiento generacional entero en Venezuela nunca tuvieron las oportunidades de enraizarse, y por lo tanto la fuerza del hombre y sus país se hizo su debilidad, también. El tiempo contará si su sucesor seguirá las políticas y direcciones promovidas por Chávez, pero una cosa está clara: aunque las estrategias sí continúen, se harán a un ritmo más lento y con un impacto disminuido debido al estilo de liderazgo de Chávez.

Es tanto la bendición y la maldición del liderazgo singular. Cuando un líder toma todas las decisiones y tiene toda la autoridad, se convierte en la identidad de cualquier institución atendida, sea gubernamental, empresarial o sin fines de lucro. Si esa identidad es positiva, la organización puede beneficiarse por la fuerza del carisma, talento, honestidad y corazón cariñoso de ese individuo. Pero si esa persona es todo lo que la institución representa, entonces será tan efímera como la nieve en la primavera. Cualquier organización necesita un liderazgo fuerte y aún carismático para sembrarse y expandir por su gente para que sus raíces sean profundas y su vida larga. Así se asegura la continuidad, y la manera en que los seguidores realmente entienden por qué están vitoreando cuando el líder conduce. Y ninguno de nosotros podemos ser tan inteligentes como todos nosotros juntos.

Al trabajar en Nicaragua me pregunto cuáles cambios vendrán con el fallecimiento de Chávez y sus acuerdos secretos. ¿Se encontrará Daniel Ortega de repente en una asociación sin una contraparte? Es una pregunta importante que cada una de nuestras contrapartes necesita hacerse cuando busquen construir organizaciones más fuertes, más duraderas. La salud y fuerza de un socio de una cooperativa puede resultar de la solidaridad organizativa, pero la solidaridad organizativa se construye sobre el involucramiento como propietario de todos sus socios…

Comunidad

Tuve la excepcionalmente buena suerte de viajar por Nicaragua hace unas semanas, visitando las contrapartes, sitios nuevos y aprendiendo una vez más de ellos lo que implica ser resistente y de buen ánimo. Estas lecciones son características de mis visitas por los años, y como resultado, cada vez me encuentro a mi mismo infundido con nuevas energías y mayor determinación. Pareciera que cada conversación, cada dilema, cada visita tiene la capacidad tanto de arrastrarme hacia abajo, como de levantarme, dependiendo de las circunstancias que se encuentren. La semana pasada, una de esas circunstancias sobresalió de una manera inmediata e imperiosa,  por lo tanto voy a compartirlo con ustedes aquí.

Una de las entidades que hemos financiado por años es NITLAPAN. Una organización adscrita a la Universidad Centroamericana (UCA), han llevado a cabo más investigaciones y estudios sobre el desarrollo en Nicaragua que nadie. Especializan en la investigación y creación de nuevos modelos y metodologías de desarrollo local. Promueven iniciativas concretas de desarrollo por medio de servicios financieros y no-financieros a las pequeñas empresas rurales y urbanas, sobre todo de mujeres y jóvenes.  Su álter ego, el Fondo de Desarrollo Local (FDL), ha establecido sucursales en gran parte del país para responder a tales necesidades, y en el proceso, se ha convertido en una fuente confiable de apoyo para los nicaragüenses rurales. Es una organización efectiva, que tiene un impacto en diferentes partes del país, y por lo tanto una organización que nos da satisfacción apoyar.

Hace poco, NITLAPAN asumió un proyecto de asistencia técnica para una comunidad remota, Santa María de Wasaka. Su proyecto implica acompañamiento y enseñanza, proporcionando a las personas de la comunidad insumos y capacitaciones para que los y las participantes puedan mejorar su propia alimentación y la de su familia. Ya que la fundación había tomado la decisión de financiar el costo del proyecto, parecía un destino lógico durante la visita de una semana.

 

Ahora cuando digo que esta visita se dio durante la última parte de la temporada de lluvia, pueden imaginar una lluvia calorosa y suave sobre las copas de un bosque tropical húmedo. Pero frecuentemente la temporada de lluvia trae un diluvio repentino a la tierra. Y si el aguacero se da al final de la temporada – cuando la tierra ya está saturada con las lluvias anteriores – el resultado puede ser catastrófico en su alcance. Tales fueron las condiciones al conducir la camioneta sobre el camino a Wasaka. Un puente sobre el río – dudoso para uso vehicular en sus mejores días – esencialmente fue arrasado. El río mismo corría rápido, aun hinchado de un aguacero de hace unos días, descartando cualquier intento de pasar por él. Caminar el resto de la distancia resultó ser nuestra única opción; nos pusimos nuestras mochilas y empezamos a caminar el resto de más o menos dos kilómetros y medio.
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Una caminata en el sector rural frecuentemente es algo valioso para mi, un cambio bonito de las horas sentadas que hacemos. Me da una oportunidad de experimentar el campo de cerca, tardarse con vistas bellas, y demasiado frecuente absorber completamente las condiciones primitivas en las cuales los habitantes rurales se encuentran. Hace que las circunstancias del campo cobren vida, para bien o para mal, y crea una perspectiva que es difícil encontrar por otros medios. El camino a Wasaka exigió cuarenta y cinco mi

nutos de caminar, observar y reflexionar. La vía serpenteó arriba y abajo de los cerros, todavía húmeda
y con charcos de las últimas lluvias, cercada de ambos lados con el crecimiento profundo del bosque que dio privacidad a la mayor parte de los residentes allá, una ruta bella y misteriosa y vagamente desconcertante por lo que quede escondido en la profundidad más allá de su borde.

Al llegar nosotros, muchas de las participantes se habían reunido para una sesión de capacitación. Se juntaron alrededor una olla grande, hirviendo del calor de un fuego abierto. Varias mujeres removían el contenido de la olla. Me hizo recordar de un guiso comunitario, y en cierto sentido, fue exactamente eso. Los técnicos de NITLAPAN enseñaba los secretos de un insecticida orgánico, que se podría producir por la fracción del costo de los tratamientos químicos, y que sería mucho mas seguro, tanto para las personas trabajando la huertas como para el medio ambiente. Aunque las y los participantes fueron atentos, hicieron una pausa para saludarnos y darnos la bienvenida. Uno a uno, nos ofrecieron sus saludos y explicaciones de las lecciones aprendidas ese día. Pero compartieron más que eso, también.  Reflexionaron sobre los eventos difíciles de los tres días anteriores.

Habíamos entrado a un lugar de emociones terriblemente encontradas.  Temores persistían de las secuelas de una inundación repentina de hace varios días. Tristeza cubría la comunidad por la pérdida de un pequeño niño, ahogado en el agua rápida que había envuelto mucho de la zona. Frustración surgía de la pérdida económica, ya que la inundación repentina destruyó muchos de los nuevos huertos que fueron el objeto de su capacitación y sus esfuerzos. Una intensidad nació de la necesidad de aprender más rápido, de mejorar el saber-hacer y producción; era visible en la cara de cada persona con que nos encontramos. Al igual que la esperanza y la determinación. “Me sentí muy triste esta mañana,” una mujer se confesó, “pero luego conocí a este hombre (el técnico de NITLAPAN) y me ayudó a sentir esperanza de nuevo, me dijo que podríamos empezar de nuevo.” “Damos gracias a Dios por la oportunidad de aprender y mejorar nuestros huertos, “ dijo otra persona. “Mi huerto fue arrastrado completamente, pero con la ayuda de estos hombres (los técnicos de NITLAPAN) voy a empezar de nuevo.” “Esperamos que no sea su última visita aquí con nosotros. Cuando regresen, van a ver algo bonito,” prometió otra persona.

Por supuesto, ya habíamos visto algo bonito allá en los cerros de Santa María de Wasaka. Algunas personas lo llamarían valor. Otras preferirían la idea de resistencia, otras lo caracterizarían como determinación. No importa el nombre que se da a esa química comunitaria, merece nuestra atención. Las personas de Wasaka no son únicas. No son algunos idealizados “pobres nobles”, buscando simpatía y admiración por su situación grave. Sencillamente están haciendo lo mejor que pueden. Personas comunes. Personas que hacen lo mejor para enfrentar sus circunstancias, las cuales podrían convertir a los más fuertes de nosotros débiles. Y aun así perseveran, se levantan después de ser tumbados, buscan el amanecer después de una tormenta. Las personas que hablaban con nosotros se sostenían uno al otro, emocionalmente y de su actitud. Y en el proceso, nos dieron el ejemplo de lo mejor que la psique humana puede ser: humilde, cariñosa, responsable por el mundo, renuente a rendirse, fuerte de cara a grandes obstáculos. Me acuerdo de que me pregunté si alguien podría describirme a mí así.

Derramé una lágrima durante la caminata de llovizna de regreso a la camioneta. Me protegía la oscuridad, escondido de las otras personas, al contemplarme a mí, arrastrado hacia abajo y luego levantado, todo en el transcurso de una breve tarde…

 

 

La Paradoja del Castillo

Durante los últimos 30 años he tenido este afiche colgado en mi oficina. Ya ni recuerdo de dónde vino, pero inmediatamente me cautivó su poderoso mensaje holístico, de una vida integral. Por lo tanto, lo mantuve como un recordatorio sobre cómo debería construir mi vida. O, por lo menos, para recordarme cuan desbalanceado  puedo tornarme y la facilidad en que pueden ocurrir estos desbalances.

Los elementos de la construcción del castillo son importantes y exigen reflexión, pero es el título del afiche que postula la Paradoja del Castillo: “Un Sueño es una Meta Tomada en Serio”. Éste escuetamente  afirma una filosofía entera sobre el desarrollo personal y organizativo. (Naturalmente, me siento atraído por las verdades que tienen sentido en mi propia vida).  Y básicamente la idea aquí es que cualquier sueño mío – independientemente de que tan borroso y a veces poco factible pueda parecer – se puede alcanzar si me decido a luchar con la enormidad de  mi visión y supero sus pequeños componentes; si puedo aprovechar el poder de mi propio espíritu,  si lo trato como una meta o una realidad en vez de una ficción. Al fin y al cabo, los objetivos son cosas que sencillamente tienen que ser logradas, mientras que los sueños frecuentemente están en el ámbito de la fantasía, más allá de mi alcance. Me gusta la idea de luchar en algo concreto.

Pero la paradoja es a la vez alentadoramente sencilla y exasperantemente problemática. Nuestras aspiraciones más altas pueden ser alcanzables solamente si podemos enseñarnos a nosotros mismos como re-imaginar su éxito. A veces el camino al éxito es, de veras “el camino menos transitado”, y puede ser un camino difícil de discernir.

La Paradoja del Castillo y la perplejidad que nos causa en la vida real a la mayoría de nosotros me hace recordar las lecciones de uno de mis libros favoritos, The Paradoxes of Leadership(Las paradojas del liderazgo), por Charles R. Edmunson. Escrito para líderes de empresas de los empleados en los EEUU, el libro es un compendio de lecciones que se aplican igualmente a individuos que están intentando progresar en esta vida de la mejor manera posible y de progresar junto a otras personas. Las lecciones del libro son únicas porque cuestionan las creencias tradicionales que sostenemos sobre  nuestras interacciones, la forma de cómo se logra ser exitoso, y la naturaleza de las relaciones organizacionales. La lecciones contradicen las perspectivas del estatus quo:

*Con las personas, la distancia mas corta entre dos puntos no es una línea recta:

*Corregimos mejor por medio de la gracia que por  medio de la confrontación;

*Nuestra fuerza viene de servir, no de dominar;

*Los cambios profundos surgen de una sensación de seguridad, no del miedo;

*Tenemos mas influencia cuando escuchamos que cuando hablamos;

*Ganamos respeto  cuando lo damos, no cuando lo demandamos;

*Una vida plena se logra dando, no agarrando;

*A veces tenemos que equivocarnos para acertar;

*Aún cuando somos efectivos, dudamos de nosotros mismos;

*Aprendemos al hablar, no sólo al escuchar ;

*Somos más fuerte cuando somos vulnerables;

*Las cosas duras son las cosas fáciles;

*Nuestra fortaleza es nuestra debilidad;

*Menos es más.

Lo que Edmundson aprendió de sus propias experiencias de liderazgo fue que si en la vida tenemos la disposición de ver las cosas desde una perspectiva muy diferente, frecuentemente generaremos una respuesta muy diferente a los problemas de la vida. El valor de sus observaciones descansa no tanto en si uno está de acuerdo con cada una de las afirmaciones a como están escritas, sino en si uno invertiría el tiempo de considerarlas y descubrir tal vez nuevos significados dentro de ellas. (La vida misma es paradójica: de hecho la paradoja más grande de Edmundson se reveló en el proceso de escribir su libro. En ese momento de su vida una enfermedad neurológica le quitó su capacidad de hablar y de moverse). Parece que nuestras circunstancias pueden crear nuevas soluciones a “las paredes del castillo” que buscamos escalar.

Mucho de lo que consideramos son verdades, en la realidad son menos que eso. Hay muy pocas verdades inmutables sobre las que podemos aferrarnos para consolarnos. Los elementos de la tradición, historia, cultura, política, religión y patrimonio familiar tienden a moldear nuestras creencias; más de lo que la verdad lo hace  A lo mejor esa sea la razón por la cual nos encontramos en tantas situaciones paradójicas. Nos aferramos a ideas que hemos acumulado en nuestro caminar, visiones del mundo que hemos adoptado al crecer, perspectivas que mantenemos porque “siempre han sido así”.  Estas perspectivas terminan alimentando y complicando las paradojas que enfrentamos. Pero el reconocer la presencia de paradojas en nuestras vidas debe darnos algún nivel de confianza de que se pueden resolver estos dilemas que parecen imposibles. Estos dilemas pueden ser no más que realidades diarias que nos piden una mirada fresca, una mente atenta y un corazón abierto para lograr una nueva solución.

Resolver la Paradoja del Castillo: Alentadoramente sencillo  y exasperantemente problemático…

La intersección cerrada

Y usted pensaba que su viaje diario al trabajo era difícil

¡Y usted pensaba que su viaje diario al trabajo era difícil!

por STEVE SHEPPARD, el 29 de diciembre de 2012

El viaje del mes pasado a Nicaragua fue memorable por varias razones, no menos por un encuentro que experimentamos en el camino al norte para unas reuniones. Cerca de la municipalidad de Ciudad Darío, el tráfico empezó a ponerse muy lento. Unos kilómetros después se había parado completamente. Manifestantes se habían tomado la carretera en una intersección principal algunos kilómetros adelante, en una protesta bien planificada debido a los altos pasajes de bus. Se hicieron entender por medio de parar todo. Buses, camiones, carros, todos inmóviles. Y allá nos sentamos, atascados por detrás y por adelante, el tráfico parado tanto del norte como del sur, un embotellamiento completo en el campo.

La intransitabilidad de la carretera resultó ser suficiente significativa para aparecer en las noticias por todo el país, incluyendo una foto en la primera plana de uno de los diarios, que aparece arriba. Los manifestantes tuvieron éxito en hacer conocer su descontento, si no corregir la situación. Estaban molestos acerca de los aumentos en los pasajes del bus que habían experimentado recientemente, y fundamentalmente demostraban que si ellos no iban a poder viajar en bus, nadie más iba a viajar tampoco. He pensado sobre esos manifestantes y su embotellamiento, y me he preguntado tanto acerca de la génesis de sus acciones, como si augura algo para el futuro como tal.

Estoy bastante convencido que la razón por el aumento en el pasaje de bus fue el costo de combustible, y al subir los precios del combustible, los pasajes de bus tuvieron que seguirlos. Es la misma fórmula en el mundo entero, pero el bocado a los presupuestos personales de los pobres se siente más pronto y más profundamente que para el resto de nosotros. Además, los nicaragüenses del campo no tienen otra alternativa práctica a los buses atestados de gente que andan en el campo; son verdaderos rehenes a tanto las rutas sinuosas como los pasajes que cobran. Cuando el precio del combustible sube en los EEUU, los choferes se quejan y pagan el aumento. Cuando el precio del combustible sube en Nicaragua rural, el aumento resultante en el pasaje cambia el flujo y reflujo de la vida dramáticamente, y muy rápidamente. Por lo tanto, las manifestaciones.

No tenía sentido maldecir el atasco, y no nos causó inconveniencia verdadera. El atraso nos dio una oportunidad bienvenida, de hecho, de bajarnos y estirarnos al lado de la carretera, una diversión que se apreció de hecho. Por los dos lados, hasta donde uno podía ver, la carretera estaba llena de vehículos. Varias veces durante la espera, los vehículos se adelantaban apenas un poco, causando a los otros choferes a correr hacia sus vehículos en espera del fin de embotellamiento. Pero cada vez, el adelantito chiquito terminó siendo nada mas que las ilusiones de choferes impacientes, tratando de llenar cada espacio disponible en espera de avanzar. (En un caso particularmente “urgente”, el adelanto brusco repentino interrumpió a un pasajero del camión cuya necesidad de aliviarse no podía esperar más, pero cuya cobertura que le brindaba el camión se perdió cuando su chofer inesperadamente adelantó bruscamente el camión).

El embotellamiento me dio unas oportunidades interesantes de observar a las personas, y emergieron varias curiosidades. Al mirar el impacto tremendo que esta manifestación relativamente pequeña tenía sobre las vidas de muchos nicaragüenses, me hizo pensar sobre cuales tipos de escenarios se desarrollarían en el mundo en los meses y años venideros. Por supuesto, algunos escenarios ya están desarrollándose, como en Grecia y España. La situación inmediata acá representaba solamente una pequeña parte de la sociedad nicaragüense frente a uno o varios aumentos del pasaje, pero ¿cuáles serán las consecuencias cuando los aumentos sean más grandes aún y más frecuentes? ¿Cómo se va a ver el escenario cuando estos impactos empiecen a ser sentidos más profundamente dentro de los EEUU y en las otras economías grandes? Ser testigo a un atasco extenso de vehículos en una carretera nicaragüense en una cosa; ¿qué efecto parecido tendrá en las ciudades principales y locales muy rurales en otras partes del mundo? De repente, al atasco frente de mi se encogió en su tamaño, al contemplar las escaseces de energía y precios más altos que se hacen sentir en el mundo entero. Imagínense, por ejemplo, no tráfico en y alrededor de Los Ángeles.

El futurista Chris Martenson ha logrado sincronizar mucho de su pensamiento en su obra, Crash Course. En el libro describe con gran lucidez las intersecciones inminentes de sobrepoblación, demandas de energía crecientes en un mundo finito de energía, economías dependientes de energía y los costos de degradar el medio ambiente. Un científico por su preparación, Martenson ofrece su trabajo no como un visionario del futuro, sino como una persona quien tiene datos disponibles para respaldar la visión del significado de estas intersecciones para todos nosotros en los años inmediatamente venideros. El cuadro no es necesariamente de perdición y penumbra, sino una visión de una existencia muy diferente para la mayoría de nosotros. Y la fila de vehículos en un tramo rural de la carretera en el centro de Nicaragua es solamente una pequeña y temprana muestra de lo que podríamos bien vivir en el corto plazo.

Ese día algunos choferes descansaban en la grama al lado de la carretera, rindiéndose a la realidad de que no iban a ningún lado muy pronto. Escuché solamente unos pocos pitidos de los carros. Los pasajeros quienes iban al norte, se bajaron de sus buses y empezaron a caminar a donde los buses yendo al sur estaban parados; los pasajeros yendo al sur hicieron lo mismo, pero a la inversa. La estrategia fue que cada chofer regresaría de donde venía, intercambiando sus pasajeros con los buses del otro lado, y seguir sus viajes al norte y al sur. No sé si funcionó, dado que los buses estaban bien apretados, uno contra el otro, pero me parecía un buen plan. El dilema compartido creó casi un ambiente festivo entre los choferes y pasajeros atorados allá al lado del camino, dando veracidad al dicho que realmente a la miseria le encanta la compañía. Para nosotros, el atraso no interfirió con nada más que nuestra llegada al hotel de esa noche, lo más una inconveniencia leve.

Pero para muchos, el atraso largo en el flujo de tráfico creó una inconveniencia grande o peor aun. Al ver la fila masiva de vehículos tan largo como daba la vista, sentí como una previsión del mundo venidero, una intersección de realidades con el potencial de hacer parar mucho del mundo, un bloqueo del flujo de la vida económica, energética y ambiental que exigirá una paciencia extraordinaria, un sentido fuerte de comunidad, y un reconocimiento más profundo de los que poseen mucho menos recursos que el resto de nosotros. Porque finalmente, ninguno de nosotros puede estar tan bien como pudiera, con tal de que los otros que nos rodean estén mal; es la limitante del eslabón más débil.

Tal vez todos nosotros necesitamos ser interrumpidos por suficiente tiempo para buscar esa intersección cerrada y entender lo que haría a nuestros viajes respectivos…

Verdades universales

por STEVE SHEPPARD, el 6 de enero de 2013

Una de las expectativas que tenía durante mis años con Foldcraft Co. era que algún día podríamos competir con suficiente éxito para adquirir uno de nuestros competidores locales, Waymar.  De hecho tuvimos conversaciones con el dueño de la empresa quien contemplaba su jubilación, pero nunca logramos hacer avanzar las conversaciones de una manera sustantiva. Pueden imaginarse, entonces, mi sentido de satisfacción cuando el mes pasado Foldcraft terminó el proceso de adquirir esa empresa y su filial en Seattle, Washington. Algunas buenas cosas solamente requieren tiempo para desarrollarse.

La adquisición no fue gratis, por supuesto. Los empleados-dueños de Foldcraft enfrentan mucho trabajo para hacer de esta adquisición un éxito. Tendrán que aprender cosas nuevas. Tendrán que familiarizarse con la manera que Waymar hacía sus negocios. Tendrán que imaginarse los cambios que se pueden hacer para armonizar las dos operaciones manufactureras. Tendrán que informarse sobre un juego completamente nuevo de clientes y sus demandas. Tendrán que hacer de Waymar una empresa rentable si quieren poder cubrir la deuda contraída de la compra, y casi seguro van a encontrar sorpresas en el camino. Las dos culturas tendrán que ser armonizados en una, y una fuerza de mano de obra colaborativa tendrá que ser fabricada de las dos que antes de competían entre si. Se va a requerir mucha educación dentro de ambas compañías. Cuando se detiene para tomar en consideración todos los obstáculos que existen en tal transacción, parece bastante riesgosa.

Esa es una de las verdades de tener una empresa de cualquier naturaleza: cada una tiene sus riesgos y recompensas. Siempre es así. Si el éxito fuera garantizado en cualquier proyecto económico, todo el mundo estaría haciéndolo. Pero son las tensiones entre los riesgos y los recompensas que hacen las historias de éxito tan irresistibles a nosotros. Nos maravillamos de los obstáculos que las empresas exitosas han superado, y escuchamos con nostalgia los cuentos de éxito financiero, frecuentemente concluyendo que deberíamos poder lograr tanto. Sea una cooperativa en la parte rural de Nicaragua o una fábrica en las llanuras de Minnesota, nos encanta escuchar historias que confirman la idea que cosas improbables – aun milagrosas – pueden suceder y a pesar de las probabilidades sí suceden.

Como una empresa de los y las trabajadores, Foldcraft asumirá el reto de la manera que mejor garantiza el éxito, un proceso que recurrirá a algunas verdades y metodologías que incumben la vida organizacional en todas partes. La primera cosa que la gerencia hará es reconocer que la gente necesita saber. Los líderes asegurarán que los socios y las socias claramente entiendan los riesgos mencionados anteriormente, y exactamente lo que se necesita para responder a esos riesgos. La verdad no será un lujo, sino una necesidad, porque donde hace falta información, los rumores llenarán el vacío, y el éxito no de puede construir sobre insinuaciones. No habrá nada automático sobre el éxito en esta iniciativa, y los socios-dueños absolutamente tendrán que conocer las verdades de su organización, sean buenas o sean malas.

El empeño requerirá que los socios y las socias de la organización – tanto de Foldcraft como de Waymar – se eduquen en la ecuación del éxito de la nueva organización, esos elementos que tendrán que ocurrir para que la empresa nueva tenga éxito. Desafortunadamente, en demasiadas organizaciones aun hoy en día, los socios y las socias simplemente no tienen el conocimiento sobre qué crea el éxito para su negocio. Solamente saben que hacen ciertas actividades que se les han enseñado a hacer, sin saber por qué o cómo esas actividades armonizan con los esfuerzos de otras personas en la organización. Como en cualquier juego, el objetivo es marcar, y los jugadores necesitan entender cómo se anotan puntos, cómo ciertas acciones y reacciones se juntan dentro de la empresa para lograr las metas. Quieren saber cómo ganar. En el caso de Foldcraft, los principios de libros abiertos (open book management) les enseñarán a los socios y las socias exactamente lo que tiene que suceder para el éxito, y después darán seguimiento al éxito (o el fracaso) para que los socios y las socias sepan si están ganando o perdiendo el juego.

Foldcraft creará medios para el involucramiento de sus socios y socias. Las dificultades de la transición encontradas sencillamente no van a poder absorber a personas quienes no están completamente comprometidas con su éxito; es la realidad de cualquier negocio. La participación de cada socio o socia se magnifica en una iniciativa como esta. La empresa seguirá formando equipos y grupos de proyectos especiales para enfrentar problemas, y por dos razones, por lo menos. Primero, cuando los socios y las socias se emocionan de contribuir al cambio y el mejoramiento, es posible no reconocer completamente cuál papel deben jugar o donde empezar.  Los líderes de Foldcraft pueden ayudar en eso “colocando a los jugadores”. Segundo, el cambio sostenible y efectivo requiere la sabiduría y las experiencias de tantas fuentes como sea posible, y eso quiere decir el involucramiento amplio de los socios y las socias de todas las áreas de la organización. Foldcraft ya ha utilizado este enfoque al hacer su evaluación de Waymar como una adquisición posible. Equipos de gente de Foldcraft se involucraron en evaluar factores como la salud financiera y transparencia, ética y entereza de la compañía, seguridad laboral, métodos  de producción, oportunidades de mejoramiento, estrategias del mercado, y más. Los socios y las socias de Foldcraft compartieron la responsabilidad de recoger y evaluar esta información bajo la creencia que “ninguno de nosotros es tan inteligente como todos nosotros juntos.” Como resultado, la evaluación se hizo más rápido y más a fondo que se hubiera hecho con solamente unas pocas personas involucradas.

Finalmente, el éxito de la organización nueva requiere que haya una recompensa por todo el esfuerzo y la toma de responsabilidad mostrada por los socios y las socias en ambos sitios de trabajo. Además de reforzar de seguridad laboral por forjar una empresa más fuerte, los socios y las socias de Foldcraft son los dueños de su empresa. Por participar en el Plan de Adquisición de las Acciones por los Empleados (Employee Stock Ownership Plan (ESOP) de la empresa, los socios y las socias son las personas que se benefician del crecimiento de las acciones. Y esa acumulación de riqueza pueden tener un impacto muy importante sobre los socios y las socias que permanecen con la empresa por muchos años. El incentivo de hacer exitosa esta adquisición está bien sentada, para estos socios y socias que quieren tener la oportunidad de hacer un futuro mejor para ellos mismos y sus familias.

Por supuesto, Foldcraft sabe que el éxito no es una cuestión de suerte. Es solamente una oportunidad, como cualquier iniciativa. Las buenas nuevas son que las verdades y oportunidades comentadas anteriormente son las que resuenan en la mayoría de nosotros. Alimentan una necesidad humana de ser parte de algo, de entender, de aportar, de tener éxito, de ser parte de algo más grande de nosotros mismos. Es una verdad que sobrepasa las fronteras nacionales y culturales, porque toca algo profundo en nuestras psiquis, algo humano por naturaleza.

Algunas organizaciones dejan que las oportunidades se les escapen de sus manos, ya sea por causa de luchas sobre el poder de los líderes, o avaricia, o falta de transparencia, o por tener demasiado pocos socios seriamente involucrados; buenas ideas se mueren a diario por ignorancia y centralidad de uno mismo. Las historias del éxito, sin embargo, surgen desde el fomento de las verdades universales que absolutamente están dentro de nuestro alcance cuando estamos anuentes a extendernos…