La fundación Vientos de Paz ha tenido el privilegio de trabajar con el Pueblo Indígena de Telpaneca (PIT) ya por varios años, las organizaciones básicamente compartiéndose una con la otra. La FVP ha aportado financiamiento y acompañamiento, mientras el PIT ha sido generoso en enseñar, promover y contextualizar su rica historia y cultura de siglos atrás. Frecuentemente me doy cuenta de lo que he aprendido en mis años con FVP y del contacto con el PIT ha mejorado enormemente la amplitud de mi entendimiento de los pueblos indígenas en los Estados Unidos de América. He estado seriamente interesado en los pueblos indígenas norteamericanos casi toda mi vida, y la experiencia con el PIT ha enriquecido enormemente mi perspectiva, un regalo compartido de una fuente inesperada.
Por lo tanto no me sorprendió ser el beneficiario de nuevo del PIT por medio de un anuncio. Unos hallazgos recientes sobre tierras del PIT en Nicaragua han producido unos artefactos maravillosos de la vida antigua del PIT, unos que datan desde hace 1200 años. El antropólogo nicaragüense Mario Rizo escribió un relato importante de los hallazgos y su significado en su artículo Hallazgos Arqueológicos del Pueblo Indígena de Telpaneca a Orillas del su Río Coco. Es un vistazo breve pero fascinante sobre otro tiempo, pero un momento cuando el flujo y reflujo de la vida cotidiana les preocupaba a sus habitantes de maneras muy parecidas como nuestro tiempo nos preocupa a nosotros. No ha cambiado mucho, parece, en miles de años.
Entre las cosas encontradas recientemente es un collar extraordinario de jade, descubierto en lo que se presume es la tumba de un antepasado. Entre las fotos de las antigüedades, el collar de jade me llamó la atención por alguna razón. De veras es menos revelador que las otras cosas de ese tiempo, porque las otras piezas llevan dibujos culturales o imágenes de los jefes o hombres del tribu. Pero el collar de jade pudiera ser un adorno utilizado por personas hoy en día. La popularidad de jade hoy día tal vez tiene la misma fuerza que hace siglos. Para mi, significa algo llevado por uno de estos ancestros, un tesoro personal que pertenecía a alguien, alguien que lo llevaba cerca de su corazón, alguien que estuvo antes del resto de nosotros, alguien que preparó el camino, una persona con tanto significado, alma y pasión en su vida como cualquier otra persona que haya vivido. Imagínense a él o ella.
Resulta que no hacemos éste viaje por la vida a solas. Hay una infinidad de otras personas que han viajado antes de nosotros, unos que han mantenido sus lugares en la cadena evolutiva del desarrollo humano, y sobre sus vidas y obras todos nosotros construimos. El collar de jade es un recordatorio de quienes somos, como una extensión de los muchos que han venido antes. Para los actuales miembros del PIT, el collar y sus otros artefactos son una conexión directa a una herencia y una cultura que urgentemente necesita ser sostenida. El PIT trabaja incansablemente para recordarse a ellos mismos y al resto de nosotros que su herencia es rica y real y merece ser preservada. La gente que negara la historia del patrimonio indígena en cualquier parte del mundo podría estar negando su propia historia: la verdad no es una realidad de medio tiempo ajustado a lo que sea conveniente. Para el resto de nosotros, el collar es un recordatorio de humildad que al final todos nosotros dejamos algún tipo de legado. Puede ser algún impacto sobre alguien, una reputación construida, una fortuna heredada, una carrera admirada o despreciada, una familia de descendientes, o simplemente un collar de jade para ser honrado en algún momento en un futuro remoto….